Reflexión bebé (2013)
Sobre cuidar un bebé robot durante un fin de semana, en Mayo del 2013.
¿Cuándo descubrí que disfrutaba escribir?
Cuándo tenía 15 años, tuve la oportunidad de ‘cuidar’ un bebé robot para un proyecto escolar. El bebé era tan realista que necesitaba leche, comida y apapachos, y hasta se cagaba de vez en cuándo.
Cómo parte del proyecto nos tocó escribir una reflexión del proyecto, y dejame decirte que algo habré hecho bien con esa reflexión que no solo no reprobé (saque 10) sino que el ensayo fue un éxito entre mis amigos. Hoy te comparto la reflexión que escribí aquel domingo de Mayo, hace más de 10 años.
Reflexión bebé
Empezó un viernes a las 2:00 de la tarde con un agudo grito causado por los pequeños y costosos androides, seguido de constantes minutos de sufrimiento en el que no sabíamos que hacer o como hacerlo, Nunca en mi vida había cargado un bebé tan falso y llorón, que por cierto fue una niña llamada Karla (creo). Muy tranquila en general, pero con grandes problemas alimenticios, me pedía comer, y claro, no la podía amamantar, por lo que tuve que darle una mamila y sostenerla hasta 10 minutos. Pero cuidado y le dejabas la mamila porque entonces empezaba a llorar nuevamente; al parecer se estaba ahogando, lo que era el colmo, a pesar de todo el esfuerzo que puse en cuidarla y asegurarme que no le sucediera nada. Y acabado el gran problema de alimentarla, el bebé reía, lo único bueno que encontré en ella hasta el momento. Ese glorioso sonido de unas campanitas diciendo lo lograste en 5 minutos otra vez. Acabó de comer como 3 veces y a los dos minutos intenté dormir (eran las 3:00 de la mañana en sábado) pero no tardó poco en que volviera a pegar ese grito, suplicando que viera lo que tenía. Afortunadamente, resultó ser el pañal el menor de los problemas en cuanto a darle de comer, mecerlo o darle palmadas; nunca distinguí mecerlo y darle palmadas, entonces le daba golpecitos mientras caminaba. ¡Resultó increíble!
El viernes no me enteré de que ya era padre, sino hasta el último momento, gracias por la noticia Miss! Ese día decidí salir como cualquier otro viernes pero a cambio fue un tormento; todo el mundo juraba o que era un bebé de verdad o que me había vuelto un loco, cargando una muñeca a los 15 años. Lloraba y como traía un reboso, se me acercaban una niñas de cómo 10 años e inmediatamente les aclaraba que era una muñeca. Si era mayor le decía que era un proyecto; muchos señores juraban que era una buena idea, claramente nunca tuvieron que cargar un bebé en un centro comercial. Pero no me arrepiento de haber salido, me la pasé muy bien. Perdí mi sudadera y arruiné por completo mi reputación (en verdad nunca fue buena pero algo es algo). Y por último agradezco haber salido gracias a los grandes consejos de cómo cuidar al bebé, más bien como facilitar una mejor calificación.
Otro cosa a la que le doy crédito a esta máquina es la increíble precisión de llorar en el peor momento posible, cuando dormía o me estaba quedando dormido, cuando me bañaba o cuando decidía dejarla dormida en un cuarto en el que yo no estaba.
Las fotos fueron el mayor problema después de no saber cómo tratar a un ser inanimado pero tan real. No me enteré de que tenía que tomar fotos del bebé y de mí, salí en unas 5 fotos, en las que 3 no las tengo yo y las otras 2 no son dignas para este trabajo. Creo que si ves fotos en este documento no son mías Miss, pero ojala las aceptes.
A final de cuentas llegé a acostumbrarme, conocía mejor sus horarios y sabia como tratarlo sin sufrir las consecuencias. Aprendía a verlo tal y como era, una máquina vieja, sucia y ruidosa; y tal vez hasta llegué a odiarlo un poco menos.
El gran problema de tener que cuidarlo culminó el domingo 1 hr. antes de que muriera y fuera libre porque afortunadamente se durmió y descansé en paz por el resto de mi fin de semana (que en realidad eran pocas horas antes de regresar a la escuela).
Le doy gracias a los grandes genios detrás de este trabajo por hacernos odiar tener un bebé no deseado y todo lo que hay en ello. Ya tengo miedo de que se me acerque una niña por temor a que quede embarazada, sería una tragedia. Creo que gracias, y reafirmo, gracias Miss por traumarme de por vida. De ahora en adelante viviré como un lobo, solo hasta la hora en la que sea la única manera de sobrevivir reproduciéndome. Pero ya no seré yo quien tenga las relaciones por otro grande miedo a las ITS, mejor implantaremos mis espermatozoides en su óvulo sin correr ningún riesgo; y esto es lo que aprendí en este trabajo.
Gracias
Mayo 30, 2013, 8:12 PM
Extra… la dichosa Karla
Anexo foto de Karla. La tuve que buscar en Facebook, con fecha al 27 de Enero de 2013